EUROPA
PRESS
19 septiembre
2018
Observan
efectos anti-obesidad en la alimentación con manosa
Los científicos continúan
desenmarañando los vínculos entre el peso corporal y el microbioma
intestinal. Ahora, investigadores del Instituto de Descubrimientos Médicos
Sanford Burnham Prebys
(SBP), en La Jolla, California, Estados Unidos,
informan de un hallazgo inesperado: los ratones alimentados con una dieta rica
en grasas y manosa, un azúcar, estaban protegidos
contra el aumento de peso, eran más delgado y estaban más en forma, un efecto
monitorizado con cambios en el microbioma intestinal.
"La obesidad y las enfermedades relacionadas, como la esteatohepatitis no alcohólica (EHNA), están en aumento, y
los científicos están a la caza de nuevos tratamientos, especialmente para las
personas que no pueden hacer ejercicio --explica el investigador Hudson Freeze,
director y profesor del Programa de Genética Humana en SBP--. Entender mejor
los efectos de la manosa en el microbioma
intestinal puede conducir a nuevas terapias para tratar la obesidad".
Freeze y su equipo, cuyo trabajo se publica este martes en 'Cell Reports', estaban estudiando
la manosa en el contexto de una rara enfermedad
llamada trastorno congénito de la glicosilación
(CDG). Las personas con una forma específica de la patología pueden tratarse
con manosa. Mientras realizaban su investigación, los
científicos observaron los efectos anti-obesidad de
la alimentación con manosa.
Beneficios en
roedores jóvenes
Una mirada más cercana reveló que los ratones también
estaban protegidos de los efectos negativos típicos de una dieta rica en
grasas. Tenían menos grasa corporal, menos grasa en el hígado, azúcar en la
sangre estable e incluso una mejor condición física. Sorprendentemente, estos
beneficios solo se observaron cuando los roedores recibieron manosa temprano en la vida: los ratones más viejos no se
beneficiaban de la manosa.
"El microbioma intestinal es
muy dinámico en los primeros años de vida", dice Vandana
Sharma, autor principal del artículo y científico del
laboratorio de Freeze. "Debido a que solo los ratones jóvenes que
recibieron manosa exhibían esbeltez, pensamos que el microbioma podría estar involucrado", añade.
A pesar de comer la misma cantidad de alimentos grasos, los
ratones alimentados con manosa absorbieron menos
nutrientes y en su lugar los excretaron. Trabajo adicional mostró que la
composición microbiana del intestino reflejaba la de ratones delgados
alimentados con una dieta regular. Cuando se eliminó la manosa,
los roedores con la dieta grasa recuperaron peso y la composición del microbioma intestinal se modificó para parecerse a la de
los ratones obesos que tomaron alimentos grasos pero que no recibieron manosa.
Los científicos también descubrieron que los microbios
intestinales de los ratones alimentados con manosa
eran menos eficientes en el procesamiento de carbohidratos, una fuente de
energía. "Estos hallazgos confirman aún más el importante papel del microbioma intestinal en el metabolismo, dice Freeze. El microbioma explica parcialmente los efectos beneficiosos de
la manosa, pero sigue siendo un misterio cómo afecta
exactamente el metabolismo del cuerpo".